Siempre que la veía estaba malhumorada, era una chica muy bonita, peinada de lado, de piel muy blanca. Era muy joven, a lo mucho 20 años. Pero detrás de la ventanilla tenía una mala actitud. Un día me le acerqué. Yo vestía una falda negra, muy entallada, y una blusa azul, y ese día me peiné en cola de caballo. Cuando ella me dio mi recibo yo me le quedé viendo y le murmuré "estás muy bonita, toma esto te va a gustar y te vas a sentir mejor". Era un regalo que le hice y le pasé por la ventanilla. "Yo lo uso a veces" y me le acerqué. Ella lo miró con curiosidad. Era un tubito de gel multi-orgasm. "Te lo puedo poner un día de estos, después del trabajo ¿va?". La chica sonrió de contenta y se sonrojó. Yo regresaría al día siguiente.
Lucía.
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